• El blanqueo de capitales depende una compleja red de ‘profesionales’ que a partir de su experiencia y conocimientos en contabilidad, finanzas y aspectos legales filtran dinero ilícito a la economía formal. 

 

Aunque mucho se habla del lavado de dinero, de las implicaciones que ese ilícito cobra al sistema financiero y de las sanciones por incumplimiento a la llamada Ley Antilavado, no todos conocemos detalles de la compleja red de recursos humanos que soporta esa actividad delincuencial.

Por ello, el Grupo Egmont -que agrupa a 164 Unidades de Inteligencia Financiera (UIF) de todo el mundo- dio a conocer recientemente un documento que resume ciertas actividades, procesos, acciones y estructuras de recursos humanos relacionadas con el blanqueo de capitales.

En este sentido hizo público que el lavado de dinero puede ser realizado en solitario (por una sola persona), por grupos (de dos o más personas) o por redes internacionales de facilitadores (diversos asociados que en conjunto facilitan esquemas de lavado de capitales).

Los ‘servicios’ de estos ‘delincuentes de cuello blanco’ se dan a conocer de ‘boca en boca’ entre las redes criminales y ‘promueven’ a personas con una formación, experiencia y conocimientos específicos. Estos conocimientos se centran en contabilidad, finanzas y aspectos legales (concretamente en la creación de empresas y acuerdos legales) y son aprovechados por la delincuencia para crear empresas, colocar dinero en el sistema financiero y dispersarlo.

Obviamente, esos ‘profesionales’ del lavado de dinero reciben ciertos ingresos por sus acciones, los cuales están relacionados con la complejidad del proceso de blanqueo, los métodos empleados y, obviamente, su experiencia delincuencial. El citado ingreso o compensación también puede verse influenciado por el entorno económico, regulatorio y de seguridad de los países donde se comete el ilícito; así como con la ‘reputación’ del ‘lavador’ de dinero, la cantidad de fondos a blanquear, la denominación del dinero y el tiempo requerido para la operación (entre menos tiempo tome el ilícito, más comisión se paga).

Como puedes observar, el lavado de dinero es una actividad estructurada donde convergen diversos recursos humanos y procesos que buscan ingresar al sistema financiero dinero ilícito. Los particulares y las empresas deben mantener la guardia para evitar ser blanco de esos ataques.

Una manera de evitarlo es apegarse a la Ley Federal para la Prevención e Identificación de Operaciones con Recursos de Procedencia Ilícita (LFPIORPI) o Ley Antilavado, la cual existe desde 2013. Su objetivo en blindar al sistema financiero y a particulares contra operaciones realizadas por criminales para blanquear dinero.

La ley plantea algunas medidas y procedimientos para prevenir y detectar actos u operaciones que involucren recursos de procedencia ilícita e involucra a particulares y empresas que realizan actividades comerciales y profesionales consideradas ‘vulnerables’, tales como juegos, concursos y sorteos; la compra venta de inmuebles, vehículos (aéreos, marítimos y terrestres), joyas, obras de arte, tarjetas de prepago; así como ciertas operaciones realizadas por agentes intermediarios.

El cumplimiento de esos procedimientos es más sencillo con Prevenet, una solución en la nube que facilita a los sujetos obligados el cumplimiento de la Ley Antilavado. Actualmente es la herramienta líder en el sector inmobiliario (constructoras, desarrolladores, comercializadoras y arrendadoras) de México. Prevenet funciona bajo el esquema Software como Servicio, y fue desarrollada por la empresa BeCloud (Consultoría Especializada Cloud). Prevenet da servicio a más de 160 empresas en 15 Estados.

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