El pasado mes de junio, se superaron las cifras récord por remesas provenientes de Estados Unidos. Diversos analistas han levantado la mano sobre la sospecha de la posibilidad de que este medio sea uno de los motores de lavado de dinero, afectando a las economías mexicanas y estadounidenses. Pese que la migración mexicana hacia Estados Unidos ha aumentado, parece que las cifras no son del todo congruentes por lo que se han emitido alertas a las autoridades correspondientes ante la presunción de lavado de dinero.
Los montos han superado los 50 mil millones de dólares, que también se ha convertido en un negocio para las empresas de remesas, quienes se encuentran cobrando comisiones por más de mil millones de dólares por el servicio. Muchos de los bancos más grandes decidieron dejar de lado esta actividad, por el riesgo que implica y por la posibilidad de obtener sanciones por el manejo de dinero blanqueado conforme lo marca la LFPIORPI.
En el mes de septiembre se rompió dicho récord por tercer mes consecutivo, siendo un total de 16.4% respecto al año 2021 y también tomando en cuenta que la economía de los Estados Unidos se encuentra en un retroceso.
Analistas de diversas instituciones bancarias han intentado explicar cómo, tras una constante pérdida de empleos para mexicanos en EEUU y un creciente aumento del costo de la vida para estos migrantes, pueden haber crecido 26% desde 2020. El envío promedio de una transacción es de 408 dólares y con un total de 12.6 millones de transacciones por lo que sería probable que grupos delictivos estén lavando dinero hacia México por este medio.